Informar, educar, o reforzar el interés por tu empresa, son algunos de los objetivos que se persiguen con estrategias de mailing. Para que logres ejecutarlas eficazmente recopilamos los elementos esenciales de un buen correo electrónico a modo de radiografía, para aplicarlos a cualquier tipo de negocio:
Aún cuando el cuerpo de tu correo sea el más atractivo, con una línea de asunto poco relevante perderás toda oportunidad de enganchar a tu audiencia a través de un mailing.
El subject, es la mejor oportunidad para destacar en el universo de mails que se reciben a diario. Conquistar el clic de apertura de un correo es una misión primordial para que lo abran y logres convertir a tus usuarios.
Se puede comparar con un teaser, ya que te anticipa de forma atractiva el contenido del correo, ya sea con la mención del tema o a través de una frase de misterio que funcione como gancho para incitar al usuario a la apertura del mail.
No debes olvidar hacerlo corto, de 4 a 7 palabras, lo que permite una lectura completa desde la sección de correos recibidos sin importar el dispositivo electrónico.
Una buena práctica es escribirlo una vez redactado todo el correo electrónico, para no perder de vista el objetivo clave de la comunicación, lo que te ayudará a hallar las palabras correctas para generar atracción en esta sección.
La cabeza o header de tu mail, puede ser una extensión de tu línea de asunto con lo que se revela aún más el contenido. Debe limitarse a pocas palabras para atraer la atención del lector.
Su construcción debe asemejarse al tagline de una película, es un mensaje determinante y contundente que engloba el todo del correo.
Se presenta en una frase breve e incisiva basada en la parte conceptual y comercial del objetivo a comunicar, la cual no debe perderse con la carga técnica del producto o servicio a comercializar.
Para facilitar la recepción del mensaje una imagen puede ser de gran ayuda, ya que la mayoría de las personas ubica su mirada en ella al momento de abrir un correo electrónico.
Elegir con cuidado la ejecución gráfica que acompañará el cuerpo del correo es un tema que desde la redacción se debe contemplar porque es un elemento que refuerza la recordación de marca.
¿Qué tan largo debe ser el cuerpo de un correo electrónico? La respuesta no existe, todo depende de lo que necesites para alcanzar el objetivo de la pieza.
Sin embargo, no debes olvidar que estamos en un torbellino de información; procura hacerlo lo más corto posible y digerible para tu audiencia, sin dejar de responder tres preguntas básicas:
Explica cómo el servicio ayuda a tu audiencia, cuéntales la maravillosa oferta que tienes para ellos, enamora y genera interés en el usuario para guiarlo a una acción específica a través de una llamada a la acción.
Es importante asegurarse de que todo lo que se comunica tenga el tono y manera de la marca, expresarse como ella lo haría. Ponerse la camiseta de la empresa y dirigirse de manera directa al usuario.
Siempre que se redacte un correo electrónico, se debe tener presente la pregunta: ¿Qué quiero que mi usuario haga después de recibir este mail?
A lo que se deberá contestar con un convincente llamado a la acción, a través de un enlace, botón o una instrucción hacia un siguiente paso.
De ser posible se deben evitar frases genéricas como “haga clic aquí”, mejor escribir algo más específico que se relacione con la oferta seguido de una instrucción imperativa, por ejemplo:
Recuerda que los Call to Action más eficaces tienen una extensión de 2 a 5 palabras.
Para cumplir con el objetivo de tu estrategia no debes olvidar:
Considera estos elementos para redactar los correos electrónicos más atractivos y memorables para tu audiencia, y con ello asegurar la cobertura de tus objetivos de mailing.